Sobre la inexistencia de la alienación parental
16 abril, 2021
Entre Los Dos
En la nueva ley ideológica de protección a la infancia, se prohíbe expresamente que en un juicio se pueda insinuar que una madre pueda poner al hijo en contra de su padre, o incluso, inducirle a denunciar. Es decir, se pone en duda la existencia de la alienación parental o triangulación con el menor, pese a que la Asociación Americana de Psiquiatría la recoge bajo cuatro epígrafes distintos en el DSM-V y aunque recientemente la Organización Mundial de la Salud la introduce en el CIE-11 (sección QE52.0) asociado al capítulo “problema de relación entre el cuidador y el niño”.

Sin embargo, en la ley sí que se contempla la alienación parental pero como una forma de violencia de género, concretamente denominada “violencia vicaria” y solo podría realizarlo el hombre hacia la mujer, cuando el padre pone a los hijos en contra de la madre en un proceso judicial. Es decir, que para el feminismo al mismo tiempo que niega la existencia de alienación parental en la madre sí que la reconoce en el padre.

En la National Library of Medicine (el portal científico más prestigioso del mundo) hay más de 388 estudios indexados específicos sobre la alienación parental. Uno de los más recientes es este metálisis que revisa la evidencia científica a favor de la alienación parental a través de 43 estudios internacionales publicado en el año 2020.

La literatura científica prueba que la alienación parental, englobada dentro del fenómeno psicológico de la triangulación con el menor, está ampliamente aceptada dentro de la ciencia. Cosa distinta y es ahí donde estriba la controversia, es si tiene suficiente categoría como para poder ser considerada un síndrome y no sólo un fenómeno. Su catalogación como síndrome exigía que las manifestaciones del fenómeno fuesen exactamente las mismas en todos los sujetos alienados y, sin embargo, es muy variable de unas personas a otras. Es decir, existe consenso científico sobre la existencia de la alienación parental y las dudas son cómo validarla y reconocerla de forma fiable como síndrome. La única sociedad científica que se posicionó en contra de la existencia del síndrome de alienación parental fue la Asociación Española de Neuropsiquiatría por rechazar la metodología de los primeros trabajos de Richard Gardner, ignorando toda la investigación posterior.

También hay controversia en si hay que incluirlo en los manuales de diagnóstico como una enfermedad mental o no, pero la ciencia no niega que exista el problema, sino si como problema tiene una entidad suficiente e individual como para incluirlo en dichos manuales
Científicamente no hay duda alguna sobre la gravedad de los problemas mentales y el impacto negativo en familiares que la alienación parental provoca en los niños, progenitores y famialias, con evidencia cada vez más creciente.

¿Por qué el feminismo niega el reconocimiento de la manipulación de un hijo en contra de su otro progenitor? Porque son las mujeres quienes estadísticamente ejercen más este tipo de violencia psico-emocional sobre los menores y son, en promedio, quienes más instrumentalizan a los menores en los procesos de divorcio. Existen autores que no dudan en afirmar que la alienación parental es la forma extrema más cruel de violencia sobre los hijos.
¿Significa eso que los hombres no puedan ejercer alienación parental? No. De hecho, la ciencia prueba que las maniobras de obstrucción parental y desparentalización son similares en ambos sexos, aunque las mujeres ejercen la alienación de forma más indirecta y los hombres de forma más directa.

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