Se volvió a votar de nuevo en España, y parece que poco han cambiado las cosas, aunque algunos han perdido algo y otros han subido en escaños, pero, después de las descalificaciones personales de unos y otros, y líneas rojas,  se tienen que ver las caras, si queremos, o quieren, que tengamos otro nuevo gobierno, y no unas nuevas elecciones.

En Gran Bretaña, referéndum para salir de la Unión Europea, o como se llame. Y habiendo salido el no, parece que no hay nadie a los mandos, de momento,  para negociar con el resto de socios la salida votada después de una campaña en que parece que no todo ha sido limpio.

En el reciente congreso internacional celebrado en León, organizado por SOS PAPÁ, la representante francesa que intervino en las jornadas, nos manifestaba que estas guerras que, desde la política, y desde determinados grupos sociales se están llevando, en relación a las relaciones hombre/mujer,  estamos sufriendo en España, parece que han pasado a mejor vida, y los problemas son otros. Además, manifestaba que nuestros hijos, los que han pasado o están pasando por procesos traumáticos de la separación y divorcio de sus padres, son presa fácil de sectas y, en Francia,  de grupos islámicos radicales, cuyas hazañas, y barbaridades, sabemos realizan en lo que se llama Oriente Medio, principalmente.

Un grupo emergente en la sede de los partidos políticos son los grupos o colectivos de gays, lesbianas y transexuales. Y esta semana parece que se ha puesto su bandera del arco iris en las Cortes de Castilla y León, ayuntamiento y diputación de Valladolid. Y es grave que el arco iris que suele acompañar a algunos cuentos para nuestros pequeños se identifique con ese colectivo. Pero es lo que se lleva y está de moda.

Vamos, que vamos a nuevos tiempos en que nos están vendiendo burras que nos vienen imponiendo de fuera, porque en el pasado muchos colectivos pudieron sufrir persecuciones políticas, pero actualmente las cuestiones sexuales, en esta modesta opinión, deben quedan fuera de la vida pública, y dejarlo en el terreno personal, donde lo que hagan las personas en libertad a nadie nos debe ni importar y preocupar, y nadie debiera “presumir” de salir de ningún armario, porque se insiste en esta modesta opinión,SON ASUNTOS PRIVADOS, que no debieran salir a la luz pública, ni los de ese colectivo ni los de otras tendencias sexuales.

Cuando uno ve cómo empiezan conflictos entre padres y madres, con niños pequeños sobre todo, y denuncias, consultas a abogados, pleitos e incidencias, uno se echa las manos a la cabeza: ¿ POR QUÉ ?.

Porque el mundo al que vamos, en el que ya estamos, es que tú, hombre o mujer, vas a estar, probablemente, con hijos de tu/tus nueva/nuevas pareja/s, y tus hijos con otra/s pareja/s de tu anterior pareja, o de la anterior. Y sin ningún control judicial. Puede ser curioso, alguna mujer ha denunciado a su pareja por maltrato, pero, sin limitación alguna, puede relacionarse con el denunciado por otra mujer. Y con hijos a su cargo.

Van a convivir niños que son hijos de las parejas, pero de anteriores, sin vínculo familiar entre sí. Otros nacerán que sí son hijos de la actual pareja. Madres y padres con hijos de varias parejas…….

Más de una madre me dice que no quiere encariñarse con el novio o novia de su hija o hijo, porque ¿ será el definitivo ?. Resulta que te encariñas con él y, al poco tiempo, ROMPEN.

¿ Son los hijos de la pareja de nuestros hijos nuestros nietos ?.

Los niños, ¿ cuántos abuelos pueden tener ?. ¿ Los cuatro que se tienen normalmente o se pueden incrementar en dos más, cuatro o dieciocho ?.

¿ Cuántos novios, o novias, pues ahora vale todo, de su mamá, puede conocer un niño que se llame Carlitos, por ejemplo, desde que sus papás se separaron o divorciaron, cuando él tenía dos añitos, y hasta su mayoría de edad, entre los dieciséis y dieciocho años ?. Y lo mismo para el padre. Sería interesante hacer una especie de cuadro genealógico. En algún caso puede asustar: ¿ TANTOS ?.

Pero, a la reflexión, con derecho a equivocarme, que quiero transmitirles a Uds., en España, esta España nuestra, nuestros políticos, esos que tienen que verse el morro, para evitar nuevas elecciones antes de final de año, DEBEN sacar del debate público el porqué de las separaciones y divorcios.